Antes o después llega el momento de destetar. Mi madre siempre cuenta que cuando me destetó tenía que sacarse leche muy a menudo porque producía mucha y sino le dolía el pecho. Al principio de ser madre yo creía que eso era “lo normal” y que cuando destetase a mi hija tendría que volver a estar colgada del sacaleches, sin embargo ahora entiendo que cuando el pecho produce es porque hay una demanda y si no la hay, se para. Como bien titulaba Thérèse Bertherat uno de sus libros, El cuerpo tiene sus razones, por mucho que a veces no las entendamos.
Cuando estamos embarazadas el pecho comienza a transformarse, aparecen células secretoras de leche y conductos que harán viajar ese alimento hasta el exterior. Las células secretoras son unas currantas obedientes, si les pides que secreten más irán incrementando la producción para adaptarla a la demanda, esto es lo que ocurre en los conocidos picos de crecimiento que, como ya hablábamos en esta otra entrada, suelen ocurrir sobre los 17-20 días, las 6 semanas, los 3 meses, el 1 año y los 2 años. El aumento de producción no se da de la noche a la mañana, suelen necesitarse un par de días. Así, sabemos que el bebé está en un pico porque llorará más a menudo para reclamar alimento. Si la madre le ofrece lactancia a demanda, se lo pondrá mucho más a menudo al pecho y esa succión más frecuente será la que avise al pecho de que se necesita más leche. Una vez que se consigue aumentar la producción el bebé volverá a espaciar las tomas.
Cuando ocurre el destete el proceso es similar pero inverso. La falta de estímulo externo es lo que hará que el pecho deje de secretar, por lo que si el destete se produce de manera progresiva, la producción se irá reduciendo también paulatinamente. Imaginemos un bebé y una mamá que hacen 8 tomas diarias. Si de pronto hay que cortar la lactancia por un motivo médico o un viaje que los separe, la mujer en principio seguirá produciendo para dar 8 tomas. Entonces, habrá que recurrir a la extracción eléctrica o manual de la leche producida, pues de lo contrario se corre el riesgo de bloquear los conductos y puede sufrirse una mastitis. Si no se le da teta por motivos médicos la leche habría que tirarla, por ejemplo en caso de tener que tomar ciertas medicaciones o sufrir una anestesia, ya que estas sustancias pasan a la leche, mientras que si la causa es una separación se puede almacenar como ya vimos aquí. Si en cambio, el bebé es más mayor o está con lactancia mixta haciendo ya solo una o dos tomas al día, la madre notará al destetar su pecho menos hinchado que en el ejemplo anterior e incluso puede ser que no sea necesaria la extracción.
Si el objetivo es el destete definitivo pero se hace necesario extraer leche para evitar molestias, lo que debe hacerse es sacar sólo la cantidad de leche necesaria para estar cómoda pero no vaciar el pecho por completo ya que entonces el mensaje que le enviamos al cuerpo es el de continuar produciendo. No hay una regla fija sobre cuántos días son necesarios para conseguir que la producción cese, puede necesitarse una semana o un mes. ¡He leído en algunas páginas que podrían necesitarse incluso años!
Y quizás te preguntes si no habrá una manera más “cómoda”… Seguro que sabes que existe una pastilla, la cabergolina, que actúa sobre la hipófisis reduciendo la producción de prolactina. Se puede dar para evitar la subida de leche tras el parto, pero no parece eficaz para cortar una lactancia ya instaurada por lo que el destete pasará siempre por la reducción progresiva de la extracción. Si destetas cuando aún tu bebé hace muchas tomas tendrás que sacarte más leche y quizás te gustaría donarla a un banco de leche materna, ¿te lo has planteado alguna vez? En Madrid tenemos un banco de leche materna en el Hospital Doce de Octubre, si te interesa puedes leer su web pinchando aquí. La leche puede entregarse en este hospital y también en La Paz, Severo Ochoa y Puerta de Hierro-Majadahonda. Si te animas seguro que hay familias que te lo agradecerán.